Hola a tod@s!
Despertamos en el parque de las ciencias sin haber descansado mucho, la noche antes nos enteramos que había habido un terremoto que sacudió Managua. Nosotros no notamos nada porque estamos en el norte del país pero no sabemos las noticias que llegan España. Cuando nos informan un poco más quedamos tranquilos porque no había sido gran cosa. Partimos tempranito para la comunidad de la Garnacha, al noreste del departamento de Estelí. Dicha comunidad cuenta con unos 200 habitantes y una sola calle donde viven en comunidad cooperativa principalmente de la producción de quesos, la venta de artesanías, la venta de algunas hortalizas y café. Una bonita manera de convivir donde cada gana en función de lo que aporta a la cooperativa. Tras el encuentro con los representantes de la cooperativa nos dirigimos entre pinos al mirador Apaguají, uno de tantos en esta montañosa región, a cual más bello.
Después de comer fuimos al cerro de Jalacate donde nos recibió Alberto Gutierrez, un ermitaño que lleva 30 años de retiro cultivando su tierra y tallando un peñón de arenisca y haciendo esculturas con lo que la naturaleza le ofrece. Un curioso modo de vida en un lugar que te invita a soñar.
Volvemos a la Garnacha para tener una segunda entrevista con el CPC (Centro de Poder Ciudadano) y al témino nos dirigimos a la comunidad de Venecia, al norte de Estelí, cerca de la frontera con Honduras. Por el camino, me sorprende mucho la gran cantidad de personas que hay por las carreteras (por llamarlas de alguna manera) y la gran cantidad de "casas" que hay por todos sitios. Aquí si haces un casa en un lugar y nadie reclama en tres años es tulla.
Tras 3 horas de viaje llegamos a Venecia. Tres bombillas alumbran una población de 600 habitantes. Nos instalamos en el albergue de chapa y nos reunimos con 4 jóvenes que nos acompañarán al día siguiente según la temática de nuestros proyectos.
Cenamos y prontito a la cama.
Hasta la próxima.
Despertamos en el parque de las ciencias sin haber descansado mucho, la noche antes nos enteramos que había habido un terremoto que sacudió Managua. Nosotros no notamos nada porque estamos en el norte del país pero no sabemos las noticias que llegan España. Cuando nos informan un poco más quedamos tranquilos porque no había sido gran cosa. Partimos tempranito para la comunidad de la Garnacha, al noreste del departamento de Estelí. Dicha comunidad cuenta con unos 200 habitantes y una sola calle donde viven en comunidad cooperativa principalmente de la producción de quesos, la venta de artesanías, la venta de algunas hortalizas y café. Una bonita manera de convivir donde cada gana en función de lo que aporta a la cooperativa. Tras el encuentro con los representantes de la cooperativa nos dirigimos entre pinos al mirador Apaguají, uno de tantos en esta montañosa región, a cual más bello.
Después de comer fuimos al cerro de Jalacate donde nos recibió Alberto Gutierrez, un ermitaño que lleva 30 años de retiro cultivando su tierra y tallando un peñón de arenisca y haciendo esculturas con lo que la naturaleza le ofrece. Un curioso modo de vida en un lugar que te invita a soñar.
Volvemos a la Garnacha para tener una segunda entrevista con el CPC (Centro de Poder Ciudadano) y al témino nos dirigimos a la comunidad de Venecia, al norte de Estelí, cerca de la frontera con Honduras. Por el camino, me sorprende mucho la gran cantidad de personas que hay por las carreteras (por llamarlas de alguna manera) y la gran cantidad de "casas" que hay por todos sitios. Aquí si haces un casa en un lugar y nadie reclama en tres años es tulla.
Tras 3 horas de viaje llegamos a Venecia. Tres bombillas alumbran una población de 600 habitantes. Nos instalamos en el albergue de chapa y nos reunimos con 4 jóvenes que nos acompañarán al día siguiente según la temática de nuestros proyectos.
Cenamos y prontito a la cama.
Hasta la próxima.
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