Miraflor. La Soñada y Somoto...a cual más bello

Como de costumbre partimos muy tempranito para Miraflor. Una región del departamento de Estelí con unas cualidades especiales.

Nos recibe el guía que nos acompañará en la visita al orquidiario, una bonita finca de selva y cultivo de café en el que habitan 360 especies distintas de orquídeas. Parece que estemos en un documental de la 2. entre las cosas que más me llamaron la atención fue un hormiguero del tamaño de un coche de hormigas cortadoras de hojas que, afanosas y ordenadas, conforman una sinuosa carretera verde.

También me sorprendió mucho “el matapalo”, una especie de enredadera gigante que para poder vivir necesita abrazarse a otro árbol al cuál termina matando cuando el parásito tiene suficiente fuerza para sostenerse por si mismo.

Continuamos la marcha hacia la finca de turismo ecológico “La Soñada” y su nombre es la antesala de lo que allí existe. Se trata la explotación de Doña Corina, un lugar increiblemente bello en el que una vez más, el hombre convive en perfecta armonía con la naturaleza, un lugar en el que los sonidos de monos, aves insectos y demás seres conforman una orquesta insuperable, un lugar donde puedes ser Peter Pan en la casa del árbol o ver una placentera puesta de sol en una de sus hamacas. Aquí solo el amor de Doña Corina y los 9 trabajadores que allí viven mantiene este trozo del Edén pues no hay ningún tipo de subvención para el cultivo ecológico. Y para finalizar el día, una sonora tormenta tropical nos arropa en nuestra cabaña de madera y chapa.

A la mañana siguiente vamos al cañón de Somoto, un lugar remoto donde el río ha forjado un desfiladero de unos 60 metros de altura. Tras una calurosa caminata de media hora, llegamos al río e hicimos la subida y posterior descenso del cañón entre piedras y pozas.

Después de comer unas deliciosas tortilla y frutas variadas en un chumbano de palma, partimos de regreso al centro con un considerable cansancio pero con paisajes inolvidables en la retina.

Hasta la próxima.